Aquí está ya, terminada, mi versión del cuento clásico de Charles Perrault "La ratita presumida"
Creo que aunque parezca mentira esta historia sigue estando tristemente
de actualidad... (da igual que seamos ratitas o ratitos...) Y es que la
pobre olvidó que lo verdaderamente importante era ser bella por
dentro... Ese lacito debió adornar su corazón y no su colita ratil...
¡¡No te precipites ratita!! ¡¡Aún estás a tiempo...!!
Estos días me pensaré si darle unos pequeños toques de color jijijiji
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